Cordovín es el destino al que nos dirigimos hoy para hablar de la centenaria bodega Honorio Rubio.
Esta bodega nace hará unos cien años de manos de Juan Rubio Hernando quien comenzó a elaborar los «claretes de Cordovín» en cubas de piedra. Más adelante, tras muchos años de producción de vino, en 1961 Delfín Rubio comienza a vender directamente su vino a los encargados de envasarlo (antes lo vendía a mediadores) de modo que el reconocimiento de los caldos comienza a expandirse por el territorio nacional.
30 años más tarde es Honorio Rubio quien se hace cargo de la bodega y comienza a comercializar sus vinos embotellados en la propia bodega. La estructura de ésta se divide en tres secciones que coinciden con las tres ampliaciones que ha sufrido a lo largo de su historia. Es interesante la bodega de crianza subterránea por sus condiciones atmosféricas ideales para los vinos, y sobre la misma encontramos las bodegas de elaboración y almacenamiento.
Los viñedos se extienden a lo largo de 15 hectáreas de viñedo propio y 50 hectáreas de viticultores de la zona que suministran uva a la bodega. La altitud oscila entre los 580 metros y 650 metros y las uvas protagonistas son tempranillo y garnacha para los tintos y viura y garnacha para los claretes.
Tres vinos son los principales actores de la bodega:
- Tremendus: es la línea más actual y está compuesta por Tremendus Blanco 100% Viura, Tremendus Clarete Viura + Garncha y Tremendus Tinto Joven 100% Garnacha + 3 meses de barrica de roble.
- Pasus: vinos más especiales, más experimentales con Pasus Blanco semidulce 100% Viura, Pasus Crianza Tempranillo + Garnacha y Pasus Reserva Tempranillo + Garnacha.
- Honorio Rubio: vinos más clásicos con Honorio Rubio Blanco 100% Viura, Honorio Rubio Clarete Virua + Garnacha, Honorio Rubio Tinto Joven Tempranillo + Garnacha + Mazuelo, Honorio Rubio Crianza 90% Tempranillo + Garnacha + Mazuelo y Honorio Rubio Reserva 90% Tempranillo + Garnacha + Mazuelo.
Un amplio abanico de matices, sabores y expresiones para estos caldos que podéis descubrir a lo largo y ancho de nuestras calles de La Laurel.
