Pronunciar las palabras Calle Laurel y pensar en pinchos es inevitable, lo sabemos. Pero somos mucho más. En una tierra con una gastronomía tan rica como la riojana, ni siquiera La Laurel puede permitirse el lujo de prescindir de esos platos de elaboración reposada, de la cocina lenta, del chupchup y los fogones en su máxima expresión.
Porque, aunque muchos no lo entendamos, especialmente quienes han alcanzado el rango de laureleadores, hay a quien le gusta comer… ¡sentado! Por eso tenemos una gran oferta de restaurantes donde degustar nuestra cocina más tradicional o vanguardista alrededor de una mesa en la que maridar la mejor gastronomía con los mejores vinos.
Vale, que eso es lo que cuentan todos, ¿no? Pues en La Laurel es cierto y te vamos a demostrar por qué en esta calle, las palabras tradición y vanguardia tienen sentido:
- Tenemos restaurante tradicionales, que es el nombre que reciben todos aquellos que elaboran los platos de toda la vida. Al menos, los de toda la vida en La Rioja, como las patatas a la riojana (con choricito rico) o el bacalao a la riojana, que se diferencia de otros por esa salsita de tomate casera.
- En la Calle Laurel también hay un montón de restaurantes de autor, que básicamente quiere decir que se curran los platos inventando nuevas combinaciones que no solo son bonitas de ver, sino con un sabor acojonan**
- Si te gusta los asadores, este es tu lugar. De sobra es sabido que la mejor forma de asar es con sarmiento. Y el sarmiento, por si no lo sabes, son las ramas de las cepas de la vid. Y, adivina, ¿dónde están las mejores viñas? Pues eso, que sobran las explicaciones.
- Te vas a enamorar de las verduras. Ya sabemos que en casa ni las pruebas, pero es que la huerta riojana es otra historia. La menestra, las alcachofas, la borraja, los pimientos, el cardo… ¡Y qué decir de las alegrías riojanas! Aquí son como el pan, las usamos para acompañar casi todo.
Vamos, que con hambre no te vas a ir de La Laurel… ¡Amenazamos con freírte un par de huevos! Eso sí, podrás mojar el pan tranquilamente sentado en la mesa del restaurante.
¡Keep calm and come sentado!
