10 Consejos para ser un buen laureador

Sáb, 07/10/2017

En La Rioja solemos ser tipos muy duros y exigentes con la gastronomía y el vino. No nos conformamos con cualquier cosilla, somos gente de buen comer. El clima, la calidad de una huerta excepcional, y una larga tradición en la cocina, son culpables directos de ello.

La zona de la Calle Laurel, ubicada en la capital riojana, es uno de los epicentros gastronómicos de la comunidad. Y no es un lugar al que basta con ir y tapear. O quizá sí, pero siempre hay caminos para disfrutar de una experiencia completa, sobre todo cuando vienes de fuera y la vives por primera vez.

En definitiva: ¿Saben los laureadores realmente cómo venir a La Laurel? Os dejamos un pequeño manual con los 10 tips más importantes (y con un punto de humor) para ser un laureador ejemplar:

  1. La actitud es lo más importante. Ven con ganas de disfrutar a tope de todo lo que La Laurel te puede ofrecer. La compañía con la que vengas favorecerá a que lo pases muy bien, y además cuentas con un apoyo fundamental: los logroñeses somos mucho majos. Piensa que La Laurel es de todos, sin margen de edad o condición, disfrútala sin actitudes que no te gustaría que tuvieran contigo o en tu ciudad.
  2. Vamos con la geografía: La Laurel son en realidad cuatro calles entrecruzadas entre sí en un espacio de unos 200 metros totales de longitud. Calle Laurel, Travesía del Laurel, San Agustín y Albornoz. Las cuatro molan por igual. Cuando te digan: “Estamos en La Laurel”, pueden estar en realidad en cualquiera de las cuatro calles. Los laureadores autóctonos nos guiamos en realidad por el bar, a fuerza de recorrerlos durante años, los conocemos todos. Si vienes de fuera, sé comprensivo y paciente con nosotros, y pídenos una referencia más específica (volvemos al punto 1: somos mucho majos).
  3. Cuando vayas a pedir un vino Rioja, tendrás que pedirlo así: “Un Rioja porfa”. Los camareros de La Laurel son expertos en vinos con nuestra Denominación de Origen. Déjate aconsejar si dudas con cuál elegir (la carta casi siempre es extensa). Eso sí, norma fundamental: ni te plantees pedirlo para hacer Kalimotxo o mezclarlo con gaseosa.
  4. Algunos sábados o festivos hay mucha aglomeración de gente. Para sobrevivir, el buen laureador es ágil y escurridizo, se mueve por los bares con facilidad y siempre es el primero en llegar a la barra. Observa a tu alrededor a esos laureadores que gestionan las aglomeraciones con maestría, la mayoría seguramente son autóctonos, y no tienen pega en que estudies sus movimientos o en enseñarte su técnica.
  5. No te extrañes con los nombres raros: Matrimonio, Cojonudo, Rotos, Tío Agus, Quejas, Zorropito, Trufoie, etc… No se trata del catálogo de la última exposición de arte abstracto en la Sala Amós Salvador (que puedes visitar antes o después de laurelear, merece la pena), sino de las denominaciones de algunas de las delicias que encontrarás en La Laurel.
  6. La mejor técnica para comerte un pincho en La Laurel es con la cabeza hacia adelante, el culo ligeramente hacia atrás, en una mano el pincho (quizá un plato de pinchos) y en la otra el vino, y lo más difícil, comértelo sin que te caiga nada encima. Volviendo al punto 4, el laureador autóctono es fácil de identificar en este sentido, pues va completamente pulcro pasadas las horas. Puedes consultarle sin reparo también por esta técnica.
  7. En el suelo encontrarás la senda de los elefantes, unas líneas serpenteantes que recorren las calles. Hay muchas versiones sobre su significado, todas son divertidas (prueba a preguntar sobre ello), y por encima de ellas hay una evidencia principal: el gran laureador siempre las atravesará en perfecta línea recta. Aunque lleve horas laureleando.
  8. Aprende a hablar como un auténtico riojano. Utiliza expresiones como: “está de puta madre”, “hostia qué bueno”, “la virgen qué rico”, “qué chorra más da”, “pantaloneta” (es un pantalón corto y, aunque sea pleno invierno y esté nevando, busca un lugar donde usar esta palabra, recibirás una aprobación inmediata) o “si por los cojones” (cuando quieras decir “no”). Y sí: el condicional riojano es de uso válido y admitido en La Laurel.
  9. Todo buen laureador lleva siempre encima la guía de pinchos en su móvil o en papel. Es un apoyo muy útil cuando te hayas inmerso en el punto 2, o incluso cuando tratas de descifrar significados en el punto 5. Para descargarla se hace desde aquí: descargar guía.
  10. Y por último, pero no menos importante, después de una sesión de Laurel el laureador se sentirá bien comido, bien bebido y bien feliz. ¡AUPA LA LAUREL!