Un Caldo en La Laurel

Mié, 18/02/2015

Llega el frío, el temido invierno e incluso la nieve, y La Laurel tiene reservado un trocito de calor hogareño. El caldo casero es un elemento esencial de la gastronomía que podemos encontrar en prácticamente todos los bares de esta emblemática zona de Logroño durante los meses de invierno.

Cuando sopla el cierzo, ese gélido viento del Valle del Ebro, no hay nada como tomar un caldo en La Laurel, que como los buenos amigos, te espera en su regazo con los brazos abiertos, te pone en tu sitio y te reconforta.

El caldo es un alimento que forma parte de la cocina tradicional, que está elaborado con elementos hidratantes y nutritivos y que cuando el frío arrecia, produce una sensación de calor y confort. No sólo al tomarlo, simplemente manteniendo la taza humeante entre nuestras manos.

La receta del caldo de La Laurel está hecha a base de apio, puerro, zanahoria, pimiento, cebolla, pollo… pero como bien dice el refrán, a cada maestrillo su librillo. El ingrediente que nunca falta es el tiempo. Las cazuelas están hirviendo durante horas, pues un buen caldo requiere paciencia, reposo, ya que, como todas las cosas buenas, se hace poco a poco.

Aunque los diferentes locales tienen su manera de hacer el caldo, lo que nunca falta es su aderezo: picante y un pequeño porrón con vino blanco que van pululando de una punta a otra del bar y que cada comensal se va sirviendo a su gusto.

En los fríos inviernos riojanos, es costumbre tomar un caldo en el primer sitio de La Laurel al que se entra. Una vez nos hemos templado, nuestro cuerpo ya está preparado para disfrutar de la variedad de pinchos y vinos que se ofertan en este mágico rincón logroñés.

Así que si vienen a Logroño en invierno, no olviden esta vieja usanza: un buen caldo reconstituyente y a degustar la gastronomía y vino de La Rioja por La Laurel.