Siempre escuchamos la típica frase… «Es difícil encontrar tomates que sepan a tomates si no son de la huerta».
La gastronomía de nuestra Comunidad se caracteriza especialmente por los productos que aquí se cultivan, gracias a la fertilidad de nuestras tierras y al clima que nos acompaña, disponemos de productos frescos y muy variados. La huerta Riojana se caracteriza por sus pimientos, calabacines, tomates, espárragos, alcachofas, ciruelas, cerezas, peras, etc… productos a lo largo de todo el año de una gran calidad. No podemos olvidarnos de la borraja, tan típica Riojana y tan desconocida fuera. Al igual que las legumbres como la pocha y caparrón. Por todo lo que nos da y por el duro trabajo que requiere la huerta debemos agradecer que aún hay personas que se dedican a ella en cuerpo y alma. Gracias a ellos disponemos de productos frescos en nuestros bares y restaurantes, haciendo de la pequeña tapa una delicatessen para el paladar. Los más innovadores cambian el pincho por aquel con producto de temporada, ofreciendo así la máxima calidad en lo que consumimos.
Porque la abundancia de los productos de la huerta Riojana nos ha dado una expansión y nos obliga a ser creativos: utilización de productos en conserva para poder consumirlos todo el año y utilización de productos en muy variadas formas de gastronomía para su aprovechamiento. Aún recuerdo el olor a pimientos asados en leña ó el gustillo del vino en los melocotones con la receta de la abuela. Este vino es el que nos ha hecho populares pero la realidad es que aquí, en nuestra Comunidad no solo son populares las prestigiosas bodegas, sino que la multitud de nuestros productos hacen que la gastronomía en La Rioja sea uno de los “platos fuertes” que merecen destacar.
