La primavera ya se ha instaurado por tierras riojanas como podemos adivinar al ver los campos de almendros floridos así como una gama cromática donde comienzan a potenciarse los más intensos coloridos.
En La Laurel la llegada de esta estación siempre es bienvenida porque es sinónimo de temperaturas más agradables, días soleados, personas caminando por nuestras calles con familiares y amigos. A fin de cuentas, el tránsito de personas, de ruidos, siempre es más gratificante cuando se produce en el exterior de los establecimientos, cuando esos vinitos y pinchos se degustan en las mesas y barricas dispuestas a la entrada de los bares, «poniendo banda sonora» a la vida de La Laurel.
Más aún, el cambio horario ofrece unas horas más de luz con lo que aviva las ganas por conocer y visitar nuestros rincones. La mayoría de los bares disponen en su exterior de zonas acondicionadas donde poder colocar el pincho y la bebida correspondiente así como en el caso de lluvia, tan propia por estas fechas, los toldos cubren las calles, consiguiendo que no se «mojen» las ganas de pasar un buen rato. Los días entre semana reciben más público, no sólo queda reservado el jueves como día estrella (PinChato), sino que el reparto tiene una proporción mayor.
En apenas tres semanas, comenzarán a retumbar los tambores de la Semana Santa logroñesa por el casco histórico de Logroño. La fe y la religión serán los protagonistas de esos días festivos en los que La Laurel es la forma idónea de finalizar las jornadas tras ver las procesiones.
Así que como hemos dicho, estamos encantados de recibir la primavera, cambio de clima, mentalidad y forma de ver las cosas.
Os esperamos amigos.
