Este año tenemos el orgullo de celebrar las fiestas patronales de Logroño, San Bernabé, por primera vez con la declaración de Interés Turístico Nacional. Y aunque los títulos no son lo que más nos importa a los logroñeses, lo cierto es que esta nueva etiqueta servirá para que Turespaña proyecte y promocione en el exterior estas fiestas.
Quizás eso provoque que vengan más turistas a Logroño para conocer nuestra historia y nuestras costumbres, sobre todo gastronómicas, y es que lo más característico de estas fiestas es el reparto del vino, el pan y el pez junto a la Puerta del Revellín.
Esta es una tradición que no puede faltar ningún año al ser la esencia de la propia celebración ¿Por qué?, se preguntarán. En el día de San Bernabé, 11 de junio, se conmemora la resistencia y victoria del pueblo logroñés frente a las tropas invasoras franco-navarras en el año 1521. Se cuenta que los logroñeses sobrevivieron durante el asedio a base de los peces del río Ebro y el pan de su despensa y el vino de sus bodegas.
Además de esta, existen multitud de leyendas que inundan la ciudad y que se recrean durante esos días. Otra muy popular es la derivada de la colocación del arco en la entrada de la calle Portales. Se dice que para ser afortunado en amores hay que pasar tres veces por debajo. Otros creen que debes hacerlo a la pata coja.
Las fiestas de San Bernabé (11 de junio) se celebran junto al Día de La Rioja (9 de junio), que este año cae en martes y jueves, por lo que tendremos durante una semana gran ambiente festivo en toda la ciudad, con representaciones históricas, mercados, conciertos, fuegos artificiales, etc.
Toda una oportunidad para acercarse a Logroño, conocer nuestra historia y también las sanas y buenas costumbres que siguen arraigadas en nuestra cultura. Y para eso, nada mejor que venir a La Laurel para probar unos pinchos y tomar unos vinos de Rioja ¡Os esperamos!
