Descarga el programa de fiestas de San Bernabé 2018
Logroño tiene siempre su encanto: pequeña y acogedora, capital de una rica región, embajadora de la mejor gastronomía, como la que se disfruta en La Laurel, y divulgadora de los prestigiosos vinos de Rioja… Pero acercarse en estas fechas, en torno al 9-11 de junio, tiene además el punto de extra de verla convertida en un escenario histórico. Por un lado, el 9 de junio se celebra el nacimiento oficial como comunidad autónoma. Ese día, hace 36 años (1982), se firmaba el estatuto de autonomía que convertía a esta pequeña tierra en una región autónoma, dispuesta a afrontar un futuro propio con grandes dosis de ilusión.
Un sentimiento, el de los riojanos, que nos hace salir por el mundo acompañados por nuestra singular bandera Roblanvera (roja, blanca, verde y amarilla). No hace falta remontarse a situaciones extraordinarias: por ejemplo, no hay evento futbolístico de gran envergadura en el que no haya riojanos mostrando su bandera. ¿No os habéis fijado nunca?
San Bernabé, la representación de un hito histórico
Sin embargo, estos días no solo se hace gala en Logroño de su naturaleza como capital de La Rioja, también se festeja a su patrón, San Bernabé, el día 11. En torno a esta jornada la ciudad recrea los hechos ocurridos en 1521, cuando los logroñeses se defendieron de forma heroica frente a las tropas francesas.
Y es que tras 16 días de asedio por parte de los soldados galos, dirigidos por Asparrot, el 11 de junio se logró la victoria logroñesa merced a la entrada de los soldados del Duque de Nájera. Al coincidir la festividad de San Bernabé con el día del triunfo, casi por casualidad, uno de los primeros discípulos de Jesús de Nazaret se convirtió en patrono de la ciudad. Según cuenta la tradición, esos días de sitio los habitantes de la ciudad pudieron sobrevivir gracias a los peces que de forma clandestina conseguían en el río Ebro que baña Logroño. Por esta razón, cada 11 de junio, junto a las murallas del Revellín (del siglo XVI), se lleva a cabo el reparto del pan, vino y el pez, por la Cofradía del Pez (más de 30.000 raciones para este año).
Además de la degustación de pez, en las fiestas se vivirán múltiples momentos míticos. Uno de ellos será el cumplimiento de los votos de San Bernabé; también destacan actos cargados de tradición como la singular procesión en la que la alcaldesa volteará la bandera de Logroño en los lugares donde se encontraban las puertas de la Ciudad o las salvas de los cañones. A media noche (viernes 8, sábado 9 y domingo 10) el balcón del Ateneo Riojano servirá de escenario para el singular ‘Reloj de San Bernabé’ que recrean reconocidas personas de la ciudad. Todo sin olvidar el plato fuerte: la caracterización medieval de la ciudad y los espectáculos.
En total más de 300 actos, en una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional que, desde 2008, convierte los aledaños de la antigua muralla en un área de representaciones armadas entre las distintas tropas que batallaron en 1521, saca a la calle a cientos de logroñeses caracterizados con ropas al estilo medieval que participan en comedias y pasacalles, se engalanan las calles del Casco Antiguo y se monta un mercado medieval.
Para los visitantes es toda una experiencia que siempre se recomienda alimentar con un paseo por otro de los lugares míticos de Logroño: la zona de La Laurel.
¡Viva La Rioja y viva San Bernabé!
