Como todos sabemos, uno de los pinchos más tradicionales de La Laurel es la oreja rebozada de ‘El Perchas‘. No en vano, son ya 36 años los que llevan Vicente y Pilar al frente de este mítico bar, que cerrará el próximo 21 de diciembre. Un auténtico clásico de nuestra zona de tapas que todavía conserva la familiaridad y la cercanía de la tasca de toda la vida.
Conforme pasan los años, como ya hemos comentado en más de una ocasión, atrás quedó el tiempo en el que todos los bares de La Laurel ofrecían un único pincho. La tradición era tomarse en cada bar un vino de Rioja y la especialidad del susodicho. ‘El Perchas’ es uno de los pocos supervivientes con este estilo hostelero en la calle Laurel, conservando todavía la costumbre del monopincho con la célebre oreja rebozada. Una tapa muy bien considerada por los comensales riojanos y que siempre ha sorprendido gratamente a turistas de todas las partes del planeta.
De sencilla presentación pero laboriosa preparación (comienzan al punto de la mañana a cocer las orejas), el producto estrella del Perchas consiste en una oreja de cerdo rebozada colocada entre dos rebanadas de pan coronadas por un palillo que hace las veces de equilibrio para que no se rompa y mantenga su unión. EL siguiente paso lo reservamos a la suerte de cada uno de los afortunados que han probado este suculento bocado, de potente sabor y deliciosa textura en paladar. Por supuesto, requisito obligado acompañarlo de un buen Rioja que nos permita poner la guinda a tan semejante evento. Los forasteros miran atentamente el solvente manejo del palillo del oriundo mientras reciben las instrucciones y, al tiempo que saborean la orejita rebozada, se fijan en pequeños detalles de este lugar, como los banderines del Atlético de Madrid o la radio colgada con dos clavos.
Echaremos de menos esos banderines e incluso la austera decoración de este maravilloso centro del placer, uno de los pocos que aguantaban la tradición culinaria de la zona.
A pesar de todo, gracias Perchas por deleitar los paldares de muchos durante tantos años, siempre quedarás en nuestra memoria.
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